jueves, 8 de noviembre de 2007

Antonio José de Sucre

Antonio José de Sucre



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Gobernador del Perú
Período 23 de junio de 1823 –
17 de julio de 1823
• Predecesor José de la Riva Agüero
• Sucesor José Bernardo de Torre Tagle

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Presidente de Bolivia
Período 29 de diciembre de 1825 –
18 de abril de 1828
• Predecesor Simón Bolivar
• Sucesor José María Pérez de Urdidinea

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Nacimiento Cumaná, Venezuela, 3 de febrero de 1795
Fallecimiento Sierra de Berruecos, Colombia, 4 de junio de 1830
Profesión Militar
Antonio José de Sucre y Alcalá, conocido como el Gran Mariscal de Ayacucho (n. Cumaná, Venezuela, 3 de febrero de 1795; m. Colombia, 4 de junio de 1830), fue un político y militar venezolano, prócer de la independencia y presidente de Bolivia y Perú. Era hijo de una familia acomodada de tradición militar, siendo su padre Coronel del Ejército realista.

Tabla de contenidos
1 Los primeros años
2 Independencia de Venezuela
3 Independencia de Ecuador, Perú y Bolivia
4 La Gran Colombia
5 Referencias
6 Enlaces externos



Los primeros años
Artículo principal: Sucre (familia)
Antonio José de Sucre nace en el seno de una familia de gran riqueza y distinción dentro de la sociedad, de ascendencia franco-belga por vía paterna y española por vía materna, hijo de un coronel de los Ejércitos Reales.


Independencia de Venezuela
Artículo principal: Independencia de Venezuela
A los quince años se alistó en el ejército patriota y participó en la campaña de Francisco de Miranda en 1812 contra los realistas, durante la cual ascendió a teniente.

Tras el fracaso de este primer intento libertador, se refugió en la isla de Trinidad. Luego en 1813 regresó a Venezuela.


Independencia de Ecuador, Perú y Bolivia
Al año siguiente, marchó al frente de un ejército en apoyo de la sublevación de Ecuador. Comenzó entonces la campaña de liberación de Ecuador, que tuvo su culminación en la batalla de Pichincha librada el 24 de mayo de 1822.

Con esta victoria de Sucre consolidó la independencia de la Gran Colombia, se consumó la de Ecuador y quedó el camino listo para la liberación de Perú, tras el retiro de San Martín. Sucre entró en Lima en 1823, precediendo a Bolívar.


Antonio José de Sucre en la Batalla de Ayacucho.", El 1 de diciembre de 1823, llegó a Yungay estableciéndose en él por ser el punto céntrico del acantonamiento. Acomodó en sus inmediaciones a los batallones "Voltigeros" y "Pichincha a los que la población avitualló y pertrechó hasta ponerlos en condiciones de marchar el 25 de febrero hacia Huánuco.

Participó con Bolívar el 6 de agosto de 1824 en la batalla de Junín y, el 9 de diciembre del mismo año, venció al Virrey La Serna en Ayacucho, acción que significó el fin del dominio español en el continente sudamericano.

El Parlamento peruano lo nombró gran mariscal y general en jefe de los ejércitos. Al frente de éstos marchó al Alto Perú, donde proclamó la República de Bolivia en homenaje al Libertador, a quien encargó la redacción de su Constitución, la cual fue promulgada en 1828.

La Asamblea local lo nombró presidente vitalicio, pero dimitió en 1828 a raíz de los motines y la presión de los peruanos opuestos a la independencia boliviana. Se retiró entonces a Ecuador acompañado de su hija y de su esposa, la marquesa de Solanda.


La Gran Colombia

"La muerte de Sucre en Berruecos". Óleo sobre tela de Arturo MichelenaPoco después, acudió en ayuda de Colombia, invadida por el peruano nacido en Cuenca, Ecuador, José de la Mar, a quien derrotó en Batalla del Portete de Tarqui. Tras la firma del tratado de Piura, marchó a Bogotá en un momento en que la Gran Colombia se encontraba ya en proceso de desintegración, fundamentalmente movimientos separatistas como la Cosiata en su natal Venezuela.

Poco después marchó a Ecuador, siendo asesinado por sus enemigos políticos en el camino cerca de Berruecos, que lo veían como el sucesor de las ideas de unidad plasmadas en la Gran Colombia de Simón Bolívar, el cual describió la grandeza de Sucre con una bibliografía en la cual quedan plasmadas citas como ésta:

El General Sucre es el Padre de Ayacucho: es el redentor de los hijos del Sol; es el que ha roto las cadenas con que envolvió Pizarro el imperio de los Incas. La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco-Capac y contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada.


Capitulación de Ayacucho (óleo de Daniel Hernández).Sucre era conocido en el ejército con los apodos de “Mulei o Mulengue”, alusión que hace el general Luis Urdaneta, cuando escribe a Juan José Flores desde Tocaima 19 días antes del asesinato: “... A García, el diputado por Cuenca, le instruí de todo lo que debía decir a Ud. y ahora le añado que es preciso que Ud. redoble su vigilancia con el M...” Tres días antes del crimen, el periódico "El Demócrata" de Bogotá publicó el siguiente artículo: ” Acabamos de saber, con asombro, por cartas que hemos recibido por el correo del Sur, que el general Antonio José de Sucre ha salido de Bogotá... Las Cartas del Sur aseguran también que ya este general marchaba sobre la provincia de Pasto para atacarla; pero el valeroso general José María Obando, amigo y sostenedor firme del Gobierno y de la libertad, corría igualmente al encuentro de aquel caudillo y en auxilio de los invencibles pastusos. Puede que Obando haga con Sucre lo que no hicimos con Bolívar...” Como se ve, el asesinato de Sucre fue como una “Crónica de una muerte anunciada”, ya que el mismo fue planificado y ejecutado con alevosía, ensañamiento, ventaja y premeditación. Si el mariscal se hubiese ido por Buenaventura, allí lo esperaba el general Pedro Murgueitio para darle muerte; si optaba por la vía de Panamá lo acechaba el general Tomas Herrera, y desde Neiva lo vigilaba el general José Hilario López. El Libertador, que rara vez se equivocaba en sus sentencias, exclamó: ”...Yo pienso que la mira de este crimen ha sido privar a la patria de un sucesor mío...”


Estatua ecuestre de Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, en su ciudad natal, CumanáDurante mucho tiempo se corrió la noticia que fue el general Juan José Flores, compatriota y compañero de gestas independentistas quien había ideado el crimen, debido a la simpatía del pueblo quiteño al Mariscal y la posibilidad de este, al radicarse en Quito con su esposa, la quiteña Mariana de Carcelén y su hija, de convertirse en el primer presidente del Ecuador -como ocupó las presidencias de Bolivia y Perú-, cargo que ocupó Flores desde 1830.

Los restos mortales del Gran Mariscal de Ayacucho se encuentran sepultados en la Catedral Metropolitana de Quito. Se ha planteado repatriar sus restos a su patria Venezuela para ser colocado en altar que para él está diseñado en el Panteón Nacional, en Caracas.

En su honor fue bautizada una ciudad de Bolivia, el estado donde nació y varios municipios en Venezuela, un departamento de Colombia y la moneda del Ecuador.




Predecesor:
Simón Bolívar Presidente de Bolivia
1825–1826 Sucesor:
José María Pérez de Urdininea
Predecesor:
José de la Riva Agüero Presidente del Perú
1823–1823 Sucesor:
José Bernardo de Torre Tagle